El martes por la tarde, reabrió el teatro Picadero. Para la cofradía teatral de la Argentina fue una verdadera fiesta. Más allá de que siempre es una buena noticia la apertura o reapertura de una sala, el Picadero tiene una historia vinculada a la memoria cultural del país, relacionada con la recuperación de la democracia.
En la reapertura del martes, se escuchó contar a Pepe Novoa -que actuaba allí en la época del atentado con La oca , de Carlos Pais, junto a Juan Carlos Puppo y Márgara Alonso- que todo el elenco se congregó en el bar de la esquina y que, mientras el teatro se incendiaba, ellos lloraban en esa madrugada lluviosa. “Llorábamos más de lo que llovía” -explicó con dolorosa poesía. A su lado, su hija Laura Novoa -en una coincidencia notable, pareja del actual dueño del teatro Sebastián Blutrach- se emocionaba genuinamente.
Estuvieron presentes Florencia Otero, Enrique Pinti, María Fiorentino, Fanny Mandelbaun, Daniel Campomenosi, Eleonora Wexler, Jorge Lafauc, Alejandra Darín, Mercedes Morán, Laura Novoa, Hugo Arana, Georgina Barbarossa y Vanesa Gonsalez.
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